Kolectivo de varones invita a taller gratuito sobre violencia machista

Con el objetivo de reflexionar, debatir sobre miradas, experiencias y prácticas cotidianas de violencia machista de varones hacia las mujeres, entre hombres, con ellos mismos y con la sociedad, el Kolectivo Poroto «hombres por otros vínculos», realizará el taller “Violencias machistas”, destinado a la participación de varones como parte de las actividades que esta organización social realiza en su ciclo de talleres «Palabra de Hombre 2015».

De acuerdo con sus organizadores, el encuentro busca que sean los propios varones quienes trabajen desde sus construcciones identitarias de masculinidades, para desarrollar un proceso de problematización, haciendo patentes los privilegios masculinos y estructuras sobre las cuales descansa la violencia machista que se expresa en diversos planos y que afecta nuestra convivencia social.

(«No es normal que tu pareja te golpee», mural construido junto a los/as compañeros/as del Centro Social Biblioteca Aeropuerto, 2013)

Francisco Farías, integrante del Kolectivo Poroto afirma que, “la violencia machista podemos observarla cuando hacemos política y nos tomamos la palabra en reuniones y/o asambleas, sin dejar hablar a otros/as; en los medios de comunicación, cuando las mujeres ocupan lugares accesorios al servicio de nuestros deseos heterosexuales; en los imaginarios sexistas que tenemos de las mujeres en nuestra sociedad; en nuestras homo, lesbo y transfobias cuando las construcciones de sujeto se localizan fuera del binarismo de género; en la desigual distribución del trabajo doméstico y las labores de crianza; y en la dolorosa expresión de odio hacia las mujeres que representan los femicidios».

“La invitación es a desnaturalizar los aprendizajes de masculinidades y los ejercicios de poder que los varones desarrollan en las relaciones sociales de género. Es una invitación en colectivo a construir alternativas al orden patriarcal de nuestra sociedad, desde la responsabilidad masculina frente a la violencia machista”, afirman los organizadores del taller, que por durante diez años trabajan en estas materias.

El taller “Violencias machistas” será gratuito, dirigido exclusivamente a varones, y se realizará el próximo Sábado 18 de julio, a partir de las 15:30 horas en la Sala Teatro Andrés Pérez, ubicada en Av. Presidente Balmaceda 1215, Santiago Centro (a un costado de la Estación Mapocho, Metro Cal y Canto, Línea 2).

Mayor información al correo electrónico kolectivoporoto@gmail.com
Contacto de prensa: Miguel Ángel González / 83346870

De brazos cruzados…

Miguel Ángel González, militante del Kolectivo Poroto, comparte una interesante reflexión del último Taller de Paternidades en Lo Prado, espacio en el cual estuvimos trabajando con diversos actores y actrices locales de la Red Chile Crece Contigo.

Mayo, 2015.

De brazos cruzados…
La mañana fría recordaba que sí, que ya estamos entrando en los días de bajas temperaturas matinales, lluvias que (esperemos pronto) purifiquen el entorno, y hojas caídas en las calles… esas hojas que a muchxs nos pidieron para confeccionar manualidades infantiles sobre el otoño.
Nunca antes visité Lo Prado, lugar hasta donde nos tocó llegar para compartir con varones de la comuna, sobre eso que llamamos paternidad y crianza. Junto a Carlos y Devanir reparamos en la -a mi juicio espantosa estructura metálica que a modo de arco cruza una calle principal, coronada por una cruz, recordando la vista del Papa a Chile en 1987-. “Otro ejemplo de colonización permanente de las conciencias”, pensé.
Luego, seguimos rumbo al lugar de encuentro: la reluciente Biblioteca Gabriel García Márquez, hasta donde poco a poco fueron llegando tímidos, silentes, pero seguro expectantes nuestros compañeros de jornada. Esos hombres (más dos mujeres que se sumaron), que decidieron ver qué traía este encuentro; que nos regalaron una preciosa mañana de sábado y nos permitieron invertir con ellos un tiempo de encuentro.
Presentaciones de rigor y establecimiento de algunas nociones importantes para el grupo: trabajo horizontal, aprendizaje mutuo, participación y dinamismo. Nociones que más tarde serían motor del trabajo.
Llegado el momento en grupos, fue el mensaje que me entregaba su cuerpo lo que me permitió ver en él un desafío, una invitación y una curiosidad que opté por canalizar en pos del grupo, y dosificar para que poco a poco, en la medida que él lo permitiera, diera luces sobre lo que tenía para entregar el ser interno que se protegía bajo esos brazos cruzados, aquel ceño fruncido y expresión de impenetrabilidad, acentuado por una piel curtida y manos trabajadoras. Recordé que la paciencia es una virtud revolucionaria y observé, esperé… el diálogo fluyó, y la presencia de una compañera lo dinamizó con lo certero de sus palabras, su gran capacidad expresiva y la gracia de su acento cubano-chileno.
Su turno llegó sin que lo pidiera.  “No tuve ni tengo relación con mi padre, y no me interesa tenerla. Está vivo, sé dónde y qué hace, pero no me interesa”. Eran el trauma, el abandono, la ausencia, la carencia, y el rencor los elementos que configuraban la vivencia de aquél hijo –también padre- que tanto llamó mi atención. Las conversas continuaron, y a tales experiencias compartidas, había que darles espacio para que continuaran su trabajo de remoción de escombros, pues finalmente, por muy taller que fuese, el de brazos cruzados se desnudaba frente a un grupo de extrañxs.
Minutos antes de culminar el primer espacio grupal, sus palabras vinieron sin ser esperadas. “Lo importante de todo lo que me pasó, es que no quiero repetirlo y no lo repito. Nada de lo que me pasó quiero que ocurra a mis hijas, por eso les entrego amor y todo lo que necesiten, aunque lo material no es lo más importante”.
Con ese mismo ritmo fluyeron tantas otras experiencias de vida -que ni este ni ningún escrito son capaces de reflejar fielmente-: de auto crianza en la calle, de esfuerzo, de conciencia de clase por ser sujetos padres en la cultura neoliberal del trabajo, el éxito, el consumo y la escases de tiempo, así como también otras gratificantes; de hijxs con recuerdos felices, padres presentes y figuras de orgullo. Una mixtura que cocinó un plato de los que más se recuerdan, aquellos que llevan varios ingredientes y mezclan sabores.
La jornada llegó a su fin y la palabra más repetida fue gracias; hubo risas, abrazos y valoración por lo entregado y recibido. El compañero de los brazos cruzados nos dejó antes de terminar, pero en mi mente seguía presente la mirada profunda de ese compañero y la decisión política de no repetir, de romper el cerco y ser con lo que vivió, pero para transformar su realidad más íntima… un hombre que, a pesar de lo que su cuerpo decía al comienzo, no se quedó de brazos cruzados…
Diría que el nombre de la biblioteca está bien puesto. No sólo por el homenaje que, sin duda, se le debe al “Gabo” García Márquez, sino porque mucho de lo que allí ocurrió fue, a mi modo de ver, y como con las mariposas amarillas, un encuentro mágico con el realismo.
Migue

Curso-Taller: «De las certezas a las dudas. Masculinidades en el Chile Neoliberal».

COMUNICADO DE PRENSA
Colectivo de varones convoca a participar en taller sobre género, masculinidades y modelo económico.

La instancia busca ser un espacio de reflexión sobre las diversas aristas e implicancias que presentan la construcción de las masculinidades y las relaciones de género, a partir una visión crítica del modelo capitalista y neoliberal de sociedad.

Un llamado a reflexionar y actuar en torno a estas temáticas es el que hace el “Kolectivo Poroto, hombres por otros vínculos”, organización social que dictará el curso taller “De las certezas a las dudas: masculinidades en el Chile neoliberal”.

Según sus organizadores, el principal objetivo de la actividad es “contribuir a los procesos de sensibilización en torno a la condición patriarcal de nuestra sociedad capitalista neoliberal y a lo que ello está implicando en los varones y en la construcción de sus identidades masculinas”.
Con una duración de cinco días y quince horas cronológicas horas de trabajo en horario vespertino, la jornada de formación abordará materias como teorías de género, masculinidades y patriarcado, noción del cuerpo como elemento político y de placer, y las influencias que sobre la construcción de las identidades y relaciones tiene el modelo patriarcal de sociedad.
Si bien el Kolectivo Poroto es una organización compuesta por varones, con el fin de trabajar la homosociabilidad en las temáticas de género masculinidades y política, en la línea de deconstrucción de los estándares heteronormativos dominantes, el taller será destinado a hombres y mujeres, con cupos limitados (40), entre el lunes 17 y el viernes 21 de noviembre en el Liceo Confederación Suiza, de la comuna de Santiago.
“Las formas de ser hombre y mujer, los roles culturalmente asignados y las relaciones de género, sin duda son afectados por el tipo de sociedad en que las personas se desarrollan. Este taller es una invitación abierta a cuestionarnos y reflexionar sobre qué aspectos podemos modificar en nuestras relaciones entre varones y entre varones y mujeres, con el objetivo de derribar las barreras que nos impone la sociedad capitalista, el machismo y todos aquellos aspectos que impiden relaciones de respeto y mutua valoración”, señaló Francisco Farías, integrante del Kolectivo Poroto.
Mayor información sobre el taller, puede ser solicitada al correo electrónico kolectivoporoto@gmail.com y con Francisco Farías al fono 8-5015001

Reporte de Taller: «Paternidades y Crianzas» desde la mirada de un varón porteño

Reporte, del verbo reportar. Retribuir, proporcionar, recompensar.

Llegaba tempranito a la capital… en unas horas sería la esperada re-unión… miraba los edificios y las calles, cada vez q voy a Santiago me da la impresión de que ambxs (las calles y los edificios) están un poquitito más grandes que la vez anterior… es como que los objetos de esa ciudad están en constante crecimiento, junto con la ciudad.
Caminaba por Santiago entusiasmado, mis expectativas se reducían a las simples ganas de juntarme con hombres a compartir en libertad (socialmente hablando), y para eso se necesitaba mirarnos a los ojos, sonreírnos, tratarnos amablemente, con cariño. De este modo, mis expectativas se cumplieron al minuto que entré a la sala, y todo el resto fue un regalo.
Yo dividiría la jornada en tres partes, aunque se mezclarán a lo largo de toda la mañana.
La primera parte fue un encuentro, como lo es el encuentro de un grupo de niñxs desconocidxs (desconocidxs entre ellxs) en una plaza, donde se ponen a jugar sin presentarse, ni analizarse, ni cuestionarse. Tomamos globos de colores y jugamos… queríamos hacerlo, nadie se preguntó mucho por qué, pero queríamos hacerlo. Ahí compartimos experiencias espontáneas, risas, conversaciones y alegría. Esa instancia nos presentó como los seres sensibles y frágiles que somos, nos envolvió en un ambiente sin competencia, sin pretensiones… nos posicionó en el anhelado ambiente de libertad, en un espacio amable, pero claramente político.
 
La segunda parte fue el compartir nuestras relaciones con nuestros padres. Teníamos historias muy distintas, algunos con padres presentes, otros con padres ausentes, pero un denominador en común: la distancia. La distancia se ha expresado de forma categórica entre nosotros, los varones. Ser muy afectuoso y cariñoso es símbolo de poca hombría y el ser homosexual se considera un insulto desde chiquitito en el liceo… la sociedad nos llena de miedos a cosas que no existen, planteando un estereotipo de macho al cual debiésemos seguir, el que contempla, entre otras cosas, opacar las emociones y mantener distancia entre nosotros mismos. De este modo varios recibieron la caja de herramientas desde muy temprana edad, pues serían los hombres de la casa y deberían cuidar y proteger a sus mujeres (aunque ese cuidar algunas veces no sea mas que reprimir). Así fue como nuestros padres ya habían recibido las cajas de herramientas (que simbólico regalo) de nuestros abuelos, ya habían sido tratados con distancia y ahora era nuestro turno, nuevas generaciones de machos preparados para jamás llorar ni reclamar amor.
En la tercera parte compartimos nuestras emociones sobre nuestrxs hijxs, lxs que ya existen, lxs que queremos que vengan y lxs no queremos que vengan. La crianza es un trabajo social y colectivo, lo que además la transforma en una instancia política, pues lo cotidiano es político. 
Conversamos grandes traumas vivenciados, como la escuela y su carácter autoritario, donde cualquier gesto de libertad es reprimido; conversamos sobre la tortura del parto y los tratos inhumanos que reciben nuestras compañeras, madres y hermanas junto a nuestrxs niñxs (donde además somos excluidos).
Conversamos además sobre la distancia que no queremos tener. No tenemos muy claro como criar a nuestrxs hijxs, pero si sabemos que buscamos que se desenvuelvan en un ambiente donde el amor, la creatividad y las emociones dancen sin interrupciones en sus cabezas y las nuestras. De esta forma necesitamos des-aprender para al mismo tiempo aprender juntxs. 
Volví a mi región contento, no hay grandes calles, solo las mismas casitas de colores de hace 100 años atrás, que se
derrumban y queman una y otra vez, pero que siguen ahí, entre tanto laberinto. Pensé entre la diferencia de ser hombre en Santiago o en Valparaíso… pensé como sería un hombre chilote… pensé en un hombre boliviano, pensé en un hombre negro… pensé en un hombre heterosexual, en uno gay y en uno bisexual. Pensé en un rusio, pensé en un indio. Pensé que nos une y que nos distancia. Pensé que las distancias se acortan con sonrisas, con compartir un tecito caliente en la mañana. Pensé que juntxs la vida es mas fácil y me fui bailando pa la casa.
Poncho Con Pancho
Valparaíso
25 de Junio, 2014

Notas de un poroto hallado sobre Paternidades y Crianzas.

Hallado, del verbo hallar. Estar presente, encontrarse.

Kolectivo Poroto, Ciclo «Palabra de Hombre» Taller sobre Paternidades y Crianzas
Sábado 21 de Junio,

2014 – Santiago

 
 
Sábado por la mañana camino por diez de julio, barrio clásico de venta de repuestos y arreglos de vehículos, lugar de predominio masculino, hoy es el último día de trabajo por estos lares. Voy acercándome ya al aguerrido y combativo liceo A-13 Confederación Suiza, lugar donde en el patio hacen arreglos, hay ruido de taladro y/o sierras eléctricas. Entro al liceo, llego a una sala donde se realiza el taller de este sábado: “Paternidades y Crianzas”, encuentro voluntario entre  hombres, que quieren, que se atreven a reflexionar y a compartir. En círculo, sentados en sillas, nos presentamos y manifestamos nuestro interés por el taller, comienza dinámico con la invitación a tomar del centro un globo, jugar con el objeto,  personalizarlo,  animarlo, a hacerlo de uno, a presentarlo a otro compañero y a conservarlo durante el taller, es este momento en donde entramos en cuerpo y alma jugando: al encuentro. Se nos invita a dividirnos por grupo asociándonos en relación a nuestros globos, color tamaño o carácter dado; se nos invita a compartir en el grupo nuestras vivencias, como hijo.
Hay café, té, galletas, pie de limón, el ambiente es cálido, acogedor, distinto de la calle, del ruido de sierras, de los hombres trabajando, que no paran. Fluye como el agua la conversa  acerca de nuestras vidas como hijos,  es claro, identificamos la presencia con distancia, ese común denominador nos da la confianza para entregarnos con pasión a mostrar al otro nuestra vivencia,  en una sala donde de lunes a viernes es sólo el profesor el que habla y todos están sentados mirando hacia el pizarrón. Con ayuda de  los globos, lanzándolo, abrazándolo, mirándolo de lejos, diciendo la palabra distancia; así de esa forma decidimos comunicar al otro grupo lo concluido.
Al llegar a donde está el otro grupo me doy cuenta que participan en el dos padres con sus bebes de un año y medio y dos años aproximadamente, el encuentro de hombres toma un tono de ternura, de frescura, de paternidad  practicante, esperanza de nueva generación de ser padre, de ser hijo , los globos siguen siendo un recurso de juego; ahora con  los bebes se torna distinta la conversa, la dinámica cambia, quieren caminar, jugar con el otro interactuar, soltamos los globos,  los compartimos con ellos. En un momento por no interrumpir el círculo, un padre solo con él bebe en un brazo, toma con la otra mano una mesa que está  patas pa´ arriba sobre la otra, la baja y prepara el lugar para la muda, pidiendo permiso mientras la conversa continua. Uno de los bebes con una palita de juguete quiere pegarle a un adulto este le responde “pegándole en modo juego también” todos reímos, nos integramos a ellos, ellos a nosotros.
Se habló con confianza, se declararon miedos y orgullos en la crianza, se relataron vivencias en torno al parto de su propio hijo, se plantearon deseos de educar distinto a lo formal, se manifestaba la opción de paternidad, de diversidad en la manera de abordarlo con pareja o solo. El taller nos dio la oportunidad en un ambiente acogedor, liberar penas y alegrías frente a nuestros pares, de nuestros recuerdos como hijo, de la vivencias como padres y no padres . Se detectaron problemas, se visualizaron soluciones, se generó fe y satisfacción en lo realizado.
Volví por la calle diez de julio más liviano con más esperanza, con la sensación de un nuevo sol.
Lunes 23 de junio de 2014
Toño Ortega Calderón